Es curioso como el veneno del drogadicto corre por las venas del yonki haciendole elevarse hasta el séptimo cielo convirtiendole en el momentaneo rey su patético paraiso imaginario. El ludópata que padece ese subidón de adrenalina cuando la pelota en la ruleta gira y gira mientras su mundo se paraliza a camara lenta, en el que los segundos se convierten en años.
La paz del alcohólico en su máximo estado de embriaguez que le hace olvidar por un segundo el dolor de las cicatrices causadas por el latigo que empuño la vida.
Me gustaría saber cuanto supone tal estado de sentirse bien que prevalece y les hace olvidar en menos de un segundo, la inminente caida a los infiernos, una y otra vez.
Fotos: Sandra
Un look genial como siempre!!! Besos desde Jerez. www.elblogderoalba.blogspot.com.es
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